martes, 24 de junio de 2008

Support Footwear, en un mercado de peces gordos

Support, en un año y medio, ha logrado posicionar su marca de zapatillas firmemente en el mercado de los adolescentes “ers”: skaters, surfers, riders y todo aquel que tenga adicción a la adrenalina.

Y si bien han recibido cartas dirigidas a la “filial chilena de Support”, lo cierto es que es un producto ideado en Chile y por dos jóvenes chilenos.

Increíble, pero cierto. Los cerebros detrás de la marca de zapatillas Support, que ya suma 15 mil pares vendidos en su año y medio de existencia, son dos jóvenes bien jóvenes: Valentina Astorquiza (ingeniera comercial, 25 años) y Daniel Spencer (diseñador, 27). Dos chicos metidos en peleas de grandes, que se ríen a rabiar al recordar las peripecias que han pasado en este tiempo. Se nota que son emprendedores innatos, de esos de cuero duro y capaces de trabajar todo lo necesario sin ver un centavo en sus cuentas hasta ponerse los pantalones largos.

Ingenua u osadamente, Astorquiza y Spencer escogieron casi con pinzas un negocio difícil. Claro, porque el rubro de las zapatillas tiene como competidores a peces gordos extranjeros y que disponen de millones de dólares para marketing . Y además, porque su modelo de negocios suponía encargar las zapatillas de China, lo que implicaba hacer pedidos no de 100 ó 200 zapatillas, sino que de 6.000 pares para empezar a conversar.

Así las cosas, en agosto de 2005 decidieron tirarse a la piscina con lo que para ellos era el producto perfecto: uno cuyo diseño y concepto es 100% nacional (solo la manufactura es china), y con estándares de calidad equivalentes al de las mejores zapatillas extranjeras. Ese mix les permitió proyectar una gran identificación local. De ahí su consigna: un apoyo a los deportistas nacionales.

La tómbola del emprendimiento los ha hecho vivir mil historias: desde que un muy hábil computín les quitó literalmente de sus manos el dominio de support.com, hasta que el primer embarque que llegó a Chile venía con las suelas equivocadas... Tal cual. Fueron seis mil pares –que les habían demandado una inversión de 60 millones de pesos– los que llegaron con su atributo más importante con una “pequeña” falla.

No se echaron a morir. Tenían claro que debían seguir adelante, reforzando su modelo de no externalizar, encargándose desde el diseño (que siempre ha visto Daniel) hasta la puesta de las zapatillas en vitrina. De ahí en más, por ejemplo, Daniel ha viajado a China a dar vistos buenos y elaboraron contratos para asegurarse que no les pasarían gato por liebre.

Y les ha ido bien. En marzo de 2006 lograron que Support se vendiera en los locales de Paris en todo Chile, además de las tiendas especializadas en las que están desde un principio. Así las cosas, ya han importado 20 mil pares, el año pasado lograron vender más de 7 mil pares por temporada (14 mil en el año) y la meta para 2007 es superar los 12 mil pares por temporada.

Pero como su negocio es la adrenalina, se encuentran trabajando en la internacionalización de Support. Ya tienen conversaciones con Perú, Colombia, Ecuador, Costa Rica y Panamá, y están viendo la prestación de servicios de comercialización para otras marcas que importen desde China. Y cómo no, si después de todo lo que han superado, están peritos.

"el primer embarque que llegó a Chile venía con las suelas equivocadas, pero no se echaron a morir, tenían claro que debían seguir adelante".

Ver: Support Footwear Commercial 2005

Fuente: Revista Capital, redaccion Paula Costa.

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